Se acerca el fin de año. También el final del curro. Que es lo que más miedo me da de todo.
¡Volver a empezar otra vez! ¡Buuuuf! La verdad es que no sé por donde empezar.
Una sale reforzada de este trabajo temporal, porque sabe que ha cumplido de sobra los objetivos marcados, y que la gente la aprecia, y vuelve a verla alguna tarde.
Empezaré el año cargada de ilusión hasta que algún desaprensivo tire mis ilusiones por la borda, porque todo es posible en esta vida.
De momento y temas laborales aparte, nos quedan tres dias en los que preparar el uniforme de gala para pasar al última noche del año, para pensar si las campanadas que oiré serán las de Ramón García o las de Buenafuente, optando más bien por este último.
Nos llenaremos un año más, el estómago de buenas viandas antes de reventar, sin saber si año que viene estaremos los mismos o si la familia habrá crecido.
Espero poder cumplir todo lo que me he propuesto, de momento creo que este año solo he fallado en lo de perder unos kilitos. Pero por fin me he dejado las uñas largas, y eso aunque nos pensemos que es una chorrada, para mí que me las muerdo desde los seis años es un logro.
Este año de la expo se termina con algunos fracasos y con algunas batallas ganadas, con algunos cambios importantes en nuestras vidas y con incertidumbres de las que pronto saldremos.
Buen final de año 2008 para todos.
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