Me siento hoy rara, como una novia a punto de llegar al altar, con el vestido preaparado y el banquete preparado y cientos de invitados esperando su llegada.
Pero a la que asaltan las dudas.
A la que asaltan los miedos de una vida nueva, que no sabes cuando puede empezar ni menos aun acabar, que no sabe si será mejor o peor que lo que tiene ahora, pero sabe que será diferente.
Una novia primeriza, que nunca ha sido feliz de la manera que quisiera, que nunca ha tenido suerte con nada ni con nadie.
Me siento en un laberinto del que no encuentro la salida, y en el que no hago más que dar vueltas en busca de algo que no sé lo que es.
No sé que opción es la correcta, no encuentro consejo ante tanto miedo y solo cuando me pregunto si me quiere o me ha querido es cuando quiero pensar, si no, prefiero evadirme de todo, refugiarme en un agujero donde nadie me vea, ahogarme en mis lágrimas, y alguna vez tenerlo cerca para darme cuenta de que me quiere, a su manera, pero me quiere.
2 comentarios:
mmmm... No me gusta nada "ver" que estás así.
Un fuerte abrazo y si te apetece quedar, dimelo, estaré encantada de estar contigo
N.
Esa duda que tienes ahora, se tiene que resolver con el tiempo, quizás le cueste más que de costumbre, pero voy a ayudarte poniendo toda la carne en el asador, para seguir adelante.
Besos, te quiero. Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
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