A punto estamos de terminar este año que ha dado lugar a grandes cambios en mi vida, la llegada de un nuevo hogar, un nido de amor, ha sido vital, y me ha ayudado a demostrarme si soy capaz de sacar adelante una casa, con más dificultades de que menos.
Y mientras el año se termina, vamos liquidando los turrones y los mantecados de mi puesto, este año la gente se espera a última hora para ciomprar, pero compra que es lo importante.
Es una Navidad diferente, en casa de las familias, Avelino y yo, juntos por en todas partes, penando en que nada es como en años anteriores.
No sé lo que me depara el año que viene, pues la salud no emjora y parece que por desgracia, la crisis tampoco, así que poco nos queda pro pedir, si acaso, amigos para pasar una tarde, justicfia para los que la necesitan y tiempo para disfrutar de aquellos a los que más queremos.
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