La Semana Santa ya va llegando a su fin, a falta claro de la Resurrección.
Y aunque este año se ha vivido mirando al cielo por las posibles lluvias, muchas cofradías han salido a la calle, con sus pasos, recorriendo las calles de Zaragoza.
He visto casi todas, aunque por lógica es imposoible ver dos procesiones a la vez y entonces decides ir a la que sale el amigo, el vecino, o simplemente las que son de los barrios donde hemos vivido.
Todas tienen su encanto, sus pasos muy bien decorados sus actos propios dentro de cada procesión, sus marchas, todas tienen un encanto especial.
Aunque sin duda para nosotros (Avelino y yo), tiene un especial encanto la Cofradía del Prendimiento pues mi chico lleva ya 18 años en esta cofradía (en la foto aparece con su timbal en primer plano).
Sus procesiones año tras año me han hecho soltar alguna que otra lagrimilla, y sobretodo cuando el ser amado pasa por tu lado y te saluda con la maza hay un algo que te recorre el cuerpo y que no se puede explicar.
Son días de pasión, de fervor, de caminar, de religiosidad, de recogimiento.
Al año que viene esperamos vivir otra vez los mismos sentimientos, pasear por las mismas calles, escuchar como retumban las percusiones como el olor a incienso inunda la ciudad.
Un abrazo desde aquí para aquellos que no pudieron procesionar por inclemencias del tiempo.
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