martes, 5 de agosto de 2008

Viajar

A servidora le gusta viajar, siempre me ha gustado, incluso recuerdo a menudo aquellos viajes de infancia a lugares recónditos de nuestra geografía. A Sevilla, a Galicia, a Benidorm a Castilla, los viajes anuales a Madrid y Barcelona, las vacaciones de verano en Cambrils...

Me gusta explorar, conocer nuevas ciudades, nuevos países, volver a aquellos años de juventud, escapar de vez en cuando de la rutina, y luego mirar las fotos una y otra vez.

Puedo decir que he cruzado las fronteras hasta Lisboa, París o Praga, y que me quedo con las ganas de ir a Londres con la Ryanair, pero a todo llegaremos algún día.

El tren es un medio de mis favoritos, quizás porque ni me pitan los oidos como en el avión, ni me mareo como en un coche o en un autocar. Pero ahora como para moverse por España en muchos casos hay que ir en AVE, pues te dejas medio salario en el trenecito.
Si se trata de pernoctar, los hoteles que merecen la pena pasan de los 90 euros fácilmente, sólo por dormir, ya no hablamos del desayuno buffet que en las capitales va aparte. Así, que ahí te dejas otro medio sueldo.

Luego tenemos a mi Avelino, que no se mueve de aquí un fin de semana ni aunque lo muevas con grúa o le prometas un cocido en la misma Puerta del Sol. Yo le entiendo por eso de que el chico trabaja como un cosaco, pero sé que necesita un descanso. Habrá que convencerlo.

Yo sólo tengo un problemilla, es montarme en un coche, y a la media hora mi vejiga ya me está pidiendo un wc, igual me da beber agua que no, con lo incómodo que es ir dando botes y sentir que los riñones no dan de sí más minutos. Ya no te digo nada si en el momento cumbre de vejiga llena, te encuentras con un bache... pa´que te voy a contar. Así que hay gasolineras y áreas de servicio que son mis compañeras de viaje. Eso me frena a la hora de salir, a menos que sepa que hay que llenar el depósito o pillas con un conductor paciente.

Pero aún con eso y todo, a mí como si me llevan a un pueblo a 30 kilómetros. Con tal de salir soy capaz de irme andando adonde sea para ahorrar en gasolina. Ahora, el alojamiento ha de ser tranquilo y confortable, para poder dormir y otras cosas.

Para ahorrar costes, desayuno a base de batido en el hotel y cena a base de mortadela del super también en la habitación es mejor gastarse los cuartos en un regalico pa la familia o en una cocacola fresca en estas tardes de agosto.

Ahora quiero buscar un hotel en un lugar fresco para escaparme un día y medio porque ni los ahorros ni el trabajo nos dejan más vacaciones en verano.
Espero que nada se ponga en medio de mi camino y me pueda llevar la maleta cargada el sábadoy salir al fin del "estrés" de esta gran ciudad donde vivo.

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