Hoy estoy cabreada, muy cabreada. Algunos pensarán que ese es mi estado normal, por lo crudo de los acontecimientos, pero no se vayan a pensar semejante cosa.
Lo que pasa que una servidora se ha topado hoy con varias de esas personas que "están en el mundo porque tiene que haber de todo"
Yo no consigo entender como puede tardar una semana en llegar una carta importante a su destino, y el repartidor que la lleva en su carrito no estar en el paro.
Joder, si a mi por dejarme 40 folletos del Carrefour sin repartir, me despidieron en mi primer día de curro. Maldita sea.
Los jóvenes que trabajan no rozan ni de cerca los 1000 euros esos que se supone tendríamos que cobrar, y nos prometen unas casicas que se caen a pedazos y por las que hay que pagar una millonada y quedarse sin comer. (Al menos perderemos peso).
Nos contratan por dias, y a lo sumo por meses, nos pagan cuatro perras, no descansamos ya ni para ir al médico, ni los domingos ni los festivos de guardar.
Y aun queda algún sindicalista, que dice que no merece la pena hacer una huelga general, porque aun los parados cobran la prestación. ¡Sólo faltaba ya eso! Me remito a la enorme cantidad de ere´s (expedientes de regulación empleo) que se están llevando a cabo, los cierres de empresas, y la cantidad de familias enteras que tienen a todos sus miembros en el paro.
Yo quemaba el país y me liaba a pedradas (aunque no es mi estilo), ¿y aun decimos que esto tiene arreglo? Pues yo que sepa ayer habló Zapatero y a mi no me ha puesto a trabajar ni me ha curado el estrés, ni a mi novio le ha doblado el sueldo. Eso sí, a las clases desfavorecidas las metemos en casicas gratis y los tenemos contentos.
No entiendo nada. De verdad.
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