Cuando todo el mundo llena las estaciones de tren de maletas porque se va o porque vuelve de vacaciones, cuando salen por la tele, las playas de media España llenas de guiris y de los propios del pais, con la tortilla de patatas, la cañita y el transistor, tú lo primero que quieres es coger el montante y largarte al primer pueblo de la carretera.
¡Qué agobio de ciudad por Dios!, y cuanto calor estamos pasando este veranito.
Tú ves alrededor a gente que no sabes si es pariente de Antonio Machín o es que se ha tostado vuelta y vuelta en Marbella.
Ayer, ni viendo las fotos de hace dos veranos nos conseguimos quitar el mono de vacaciones que tenemos Ave y yo. Al contrario, nos quedamos con las ganas de volver, pero no hay "money".
Haber si esta tarde, el cuerpo me da un respiro, y me escapo a la piscina municipal a hacer unos largos y a coger un poco de color, que estoy más blanca que las paredes de mi casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario