Cuando el apoyo es vital... ahí están ellos

Llevo unos días un poco desconectada de este mundo aunque dicen que esto de los blog es para desconectar y desahogarse.

Hoy quiero dedicar mis palabras a esas personas que nos han ayudado en estos últimos días a superar las adversidades, que a veces da la salud.

Gracias a los amigos, que son muchos y que en estos días nos han llamado, o escrito, o visitado para darnos fuerzas, y nos han aconsejado con sus experiencias de la vida.

Gracias a los médicos y enfermeras y demás personal del Hospital Militar de Zaragoza que han atendido a mi novio con un cariño especial, y nos han resuelto muchas dudas.

Pero sobretodo gracias a la familia, a los padres que desde el minuto cero han estado a mi lado, a nuestro lado para acompañarnos, para dejarnos llorar en sus hombros, que han llenado nuestra nevera, que nos han ayudado con las tareas del hogar, y que se que a escondidas en la soledad de sus casas han llorado, porque querrian estar aquí todos los días, pero que entendemos que no puede ser.

No os preocupeis por no poder vernos, hablamos todos los días, chateamos, y desde las afueras nos llega vuestro aliento, vuestro apoyo, todo vuestro cariño.

No quiero veros llorar, de eso ya me encargo yo, esta es vuestra casa, la de todos mis amigos, la de todos los que estais a nuestro lado siempre y ahora más que nunca.

Millones de gracias, nunca nos cansaremos de decirlo.

Nos queda una semana y unos meses de recuperación en la que sabemos que pueden pasar muchas cosas, pues el futuro es incierto, pero hay algo seguro en todo esto, y es que aunque sople cierzo, haga sol o lluevan chuzos de punta, nunca estaremos solos, porque tenemos un respaldo sólido de gente fiel que siempre estará a nuestro lado.