Hace ya meses que por las afueras de la ciudad se escuchan los redobles de las marchas procesionales, que se pueden ver a costaleros debajo de un paso, ensayando para que todo salga perfecto en una semana.
Por el centro de la ciudad los escaparates se van adornando con motivos de Cuaresma, y de diversas cofradías, las tiendas de recuerdos comercializan, algunas durante todo el año, miniaturas cofrades, que bien podrían coleccionarse como hacemos algunos.
Otros comercios, tienen todo tipo de artículos con motivos cofrades, es el caso de una tienda en la Calle Candalija de Zaragoza en la que se pueden encontrar desde pendientes, a colgantes de móvil, o fundas para gafas o miniaturas de pasos, de cualquier cofradía de la ciudad.
Las pastelerías más tradicionales comercializan desde sus
escaparates monas de Pascua, y figuras de chocolate algunas con forma de cofrade.
Cada uno vive estos días previos de la manera que prefiere, planchando ya el hábito, y buscado un calzado cómodo, celebrando la vigilia de los viernes, o asistiendo a los diversos actos preliminares de la Semana de Pasión de Zaragoza declarada de interés turístico nacional en el año 2001.
Siete días que envuelven al ciudad en un sonido que incita al recogimiento, al rezo, a las lágrimas... A expresarse en definitiva.
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