Hoy como muchas mañanas me pongo que a pensar, a ocupar la mente con algo, para que no se olvide de cual es su trabajo.
Hoy me ha dado por pensar que sin aquellos que un día me trajeron hasta aquí, nada en mi vida sería lo mismo.
No podemos negar que quiero lograr mi independencia pero no tiene que ver eso nada, con que piense en ellos, y en que con ellos todo es diferente.
Son muchos años juntos, a veces pensamos que demasiados, pues 27 tacos aguantando a la pesada de la hija mayor son muchos.
Y por eso de todo el tiempo que llevamos juntos y tantas etapas que hemos quemado en nuestras vidas, debe ser por lo que ellos me tienden una mano y yo agradecida la recojo, lo hacen como tantas cosas han hecho, por mi bien, eso que siempre se dice, y que nunca nos creemos, aunque esta vez sabemos que es cierto.
La ayuda tiene que llegar cuando es necesaria, las palabras de apoyo tienen que escucharse cuando son necesarias y cuando se pueden dar.
Estoy segura de que no estoy a la altura que están ellos porque para eso peinan más canas que yo, pero espero aprender de ellos algún día.
Quizás cuando ronde la cuarentena. Quizás mañana, o quizás nunca, por desgracia, llegue a ser como ellos.
1 comentario:
Muy bonito. Son palabras sentidas y se lee el agradecimiento.
No me gusta leer lo de pesada... no lo eres :P
Besos,
N.
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