Hoy siento que no estoy en el lugar correcto, aunque algunos me digan que sí. Creo que podría haber hecho más aun por ellos, pues todo me parece poco para unos padres únicos.
Siento que tengo que curarles las heridas, las del alma y las del cuerpo.
No están solos, lo se, están bien cuidados por mi hermano y por el perro, pero la distancia en este caso no es el olvido, sino que aviva más el recuerdo a mis padres que aunque vivos, después del accidente, están magullados, y llenos de recuerdos que deberían olvidar.
Me han dicho hoy que no hace falta ya que vaya a hacerles nada, pero yo siento que tendría que estar en su casa, aunque sea mirándoles a la cara, llorando con ellos, o haciéndoles reir.
Como su hija que soy, me niego en parte a estar sola en mi casa pensando en ellos, pero es lo que quieren que haga mi vida, que me dedique a mi casa y a mi pareja, a mis amigos, que todo sea como antes para que ellos también puedan verlo todo normal otra vez.
Me duelen sus heridas, me duele el alma de pensar que tendría que estar a su lado ahora más que nunca, como ellos lo han estado conmigo siempre.
Tengo ganas de darles un abrazo, un beso o mil, de tocarles y sentir que estoy con ellos aunque saben que desde aquí también les queremos los dos.
2 comentarios:
El amor se puede entregar de muchas formas y ene ste caso se nota y se recibe con sumo cariño. Sabemos que los dos estáis pendientes de nosotros,pero la vida necesita volver a recobrar su ritmo, sobre todo para curar las heridas del alma, los sustos, los mal sabores.
Gracias mil a vosotros y a tantas gentes que estan demostrando que nos quieren.
Y a los ciudadanos que pararon el cohe para ayudarnos, y a los médicos y enfermeros de Logroño y Zaragoza, y a los bomberos de Cenicero o Haro, y a la Guardia Civil.
Hemos tenido suete, pero también hemos tenido cariño por parte de muchas personas.
Un besazo y un abrazo muy grande para ti y otro para tus padres.
N.
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