Hace ya un par de semanas que fui de compras a un bazar chino. Y lo primero que me encontré en la puerta fue un Papá Noel gigante y varios abetos con lucecicas.
Joder, si estamos un en octubre me dije si aun no ha llegado Hallowen, ni se nos ha pasado la resaca de los Pilares.
La tienda estaba llena de espumillones y adornos de Navidad, que se mezclaban con la calabaza naranja de los monstruos y los disfraces.
Pero ahí no acaban las cosas, mi santo Avelino ya está cansado de llenar pasillos de muñecas y de coches, ya tiene adornos de navidad en el vestuario de la empresa, y me ha pedido el catálogo de juguetes de El Corte Inglés para ver lo que se lleva ahora.
Las tiendas ya venden dulces de Navidad, mantecados, turrones, mazapanes y panetonnes, eso la verdad es que está bien, porque estos dulces se podrían vender todo el año, aunque un mantecado en agosto puede ser infernal.
Las fachadas de los centros comerciales se empiezan a llenar de luces que se encenderán en pocos días.
Estamos en una época en la que se mezcla la Navidad, con los difuntos, la llegada del frio, el consumo excesivo de cosas que todos hacemos en Navidad y que salva el año económico de muchos comercios.
Al paso que vamos el villancico famoso podría decir 25 de noviembre fun fun fun.
Nosotros mientras nos vamos a comer los mantecados y turrones que aun nos quedan del año pasado sin empezar.
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