Hoy me pregunto si el amor tiene límites, y si de veras los tiene en que punto se encuentran.
Soy de la idea de que tal vez cada uno los ponga donde quiera, donde mejor le convenga, pero en una pareja cada uno tiene sus límites y a veces no coincides ambos.
Nunca sabes si pedirle un ramo de flores en una fecha señalada es un exceso, o si querer pasar a su lado una noche especial le puede incomodar.
Aún no he aprendido si decir las cosas que no son correctas abre heridas que nunca cicatrizan o si es bueno decirlo todo para no cometer dos veces el mismo error.
Quizás yo quiero ser más importante de lo que debo ser, quizás se me ha olvidado como quererle y ya no se reconquistarle.
No sé cuantas veces decirle "te quiero" al cabo del día, ni sé evadirle de mis problemas porque él es como un cura confesor y sé que eso cuesta de entender.
Aunque en estos meses me he dado cuenta de que si no cuidas a lo que más quieres, lo pierdes para siempre y a veces ya nunca vuelve.
Dicen que le presiono, que le agobio y lo quiero todo para mí, que no sé quererle, no soy quien esperaba, no soy su otra mitad. Pero yo le quiero a mi manera.
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