miércoles, 18 de marzo de 2009

Esperar

Espero y desespero, porque dicen que el que espera desespera, y ya no sé como esperar, si sentada o si de pie, si bebiendo agua o un gin tonic, o leyendo foros de internet y prensa.

Espero a que las cosas cambien de una vez y no depende de mí, ni de tí ni de alguien cercano.
Depende de señores que "calientan" las sillas de su trabajo y a quienes los problemas de los demás no les importan.

Las cosas de mi vida, de nuestras vidas tienen que cambiar, y además van con retraso. Todos los cambios tenían que haberse producido ya, pero los que manejan los hijos esta vez no los quieren mover, porque no les importa mi vida, ni la de nadie.

Espero, pienso, leo, miro atrás, escribo, lloro y me como las uñas (otra vez) por los nervios.

Veo pasar los días, las semanas y los meses y todo sigue igual que ayer, o que hace un año.
Depender de los demás no vale de nada en la mayoría de los casos, y no sé a qué se dedican los funcionarios que manejan nuestros asuntos para que todo en este país vaya con tardanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Paciencia y tiempo, para llegar, para vencer....

Al final, espero que (aunque tarde) todo salga bien.

Un beso,

N.