Hoy he cenado otra vez en la Expo.
Es la tercera vez, y por desgracia la menos asequible.
Hoy tocaba self-service. Pero ojo que hay dos clases, es decir, los que por 12 euros te ofrecen menús internacionales de dos platos y refresco, y los de alta categoría.
Vamos, alta categoría tampoco, pero tienes platos calientes de carne (rollitos de pollo con jamón serrano, carnes en salsa, albóndigas...), platos de pasta (lasaña, pasta con varias salsas, canalones, arroces...), carnes a la parrilla y entrantes.
Problema, los precios. Cada plato de pasta a 6 euros. Y el resto a 7,50 euros. Patatas fritas y guarniciones a 2 y 3 euros, porque los platos principales no incluyen guarnición.
Luego sumas el vaso fluvi y el refresco y se te pone la cena para dos en 20 euros sin esfuerzo.
Y eso sin postre claro, y con un solo refresco.
Para hacernos a la idea: Filete de churrasco, butifarra catalana, plato surtido de quesos, dos vasos fluvi y dos refrescos: 28 euros.
Todo servido en platos de plástico, comido con cubiertos de plástico y en mesas donde cenas con personas que no has visto en tu vida.
En fin, esto es Expo. Subidón de precios, mezcla de razas y culturas diversas.
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