¿Cómo se puede tener tanta manía por una persona de barrio como la mayoría de los mortales?
El señor Peñafiel, por llamarle de una manera educada, tiene fijación por La Esteban, y es que no se puede ser más natural y más directa, y a veces las verdades duelen, y a los "finolis" y expertos en protocolo, les debe sentar a cuernos que haya gente llana en esta España.
El tipo este, no tiene otra que decir que ser comentarista como Belén no es un trabajo, una estupidez cuando él se dedica a eso en otro programa de la misma cadena. Es decir Telecinco.
Hoy se ha sobrado al decir que tal vez ni en la luna de miel han sido capaz de quitarle el amargor a la Esteban, que se despedía de su Andrea en la estación perseguida por una serie de cámaras, con las que se enojó sin faltarle razón.
Casarse no la ha arreglado, ha dicho, vuelve a ser la de antes. No sabe vivir sin criticar, sin hablar de otros. ¿Y a qué se dedica él?...
Vamos que la ha puesto a caer del burro, simplemente porque no tiene el glamour que Jaime debe tener en su forma de ser. Glamour que no saca a relucir cuando habla de La Esteban.
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