sábado, 28 de junio de 2008

Era niña cuando te fuiste

De Soto a Soria, de Soria a Bilbao, de Bilbao a Zaragoza y de Zaragoza al cielo.

Hace tantos años que te dije adiós, que entonces era una niña y ahora ya soy una mujer.
Tantos años que dejé de ir a tomar chocolate con churros de tu mano cuando la vida para mí era más fácil.

Hacía muchos años que no miraba las cosas desde el alto del Mirón al que tantas veces fuimos, tantos veranos en tu Soria natal...

16 años son muchos ya, para contarte como ha cambiado el mundo, como esta Zaragoza no es la misma. Como poco a poco todos los buenos se van. Aunque ahora los podrás ver todos los días.

Hoy en mi soledad aunque no pueda comerme unos buenos torreznos o unos chicharros o fumarme un Ducados, beberme un Ribera, o ver una corrida de toros, te recordaré como hago en estos días.

Te miraré en mis fotos, recordaré tantos partidos de fútbol en los campos de Las Fuentes, tantos caramelos como me comprabas, y juguetes. Porque cuando te fuiste era una niña que no levantaba dos palmos del suelo.

Quedarás en mi memoria y en la de todos nosotros, porque no hay manera de olvidarte. Ni a ti, ni a todos cuantos quisimos y formaron parte de nuestra vida y ya no están.

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