Los amigos, y claro, también las amigas, son vitales en todas las edades de la vida.
Para compartir pupitre, juegos, para salir de marcha a pillar cacho sin pelearse por la presa a cazar, para echar unos tragos, para quedar una tarde, para ayudarnos. Y para ayudarles.
Tengo amigos que son para toda la vida, para las juergas y las penas, para pasar una tarde en la bolera o para ir de viaje, amigos para pedir ayuda y consejos en la vida, para que puedas confiarles un secreto, amigos para todo.
Pero hay amigos que resultaron con el tiempo dejar de ser lo que un día parecieron, que emigraron, que dieron un giro a sus vidas, que simplemente dejaron pasar la oportunidad de mantener el contacto y me guaran en un cajón de su pasado.
Son las cosas que tiene la vida, que unos van otros vienen, como yo un día decidí con quien quería pasar las noches y con quien no. Aunque algunos no estuvieran de acuerdo.
1 comentario:
jeje, para pasar una tarde en la bolera, eh? :)
Un fuerte abrazo, N.
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