Hoy quería ir a buscarte, a escucharte, a seguir por un camino tu sonido, y encontrarme otro año contigo.
Pero estás tan lejos...
Llevo cuatro años acudiendo puntual algunos domingos a un lejano lugar, en donde te reunes con otros semejantes a montar un poco de ruido.
Ruido que suena emocionante cuando se mezcla con incienso, con noches cerradas, con ver las manos de quien te "acaricia".
Quería ir a verte (timbal número tres) pero no he querido mezclarme entre el gentío, ni robar café del termo d los cientos de cofrades que van a pasar un poco de frío.
Quería ir a verte, pero no quería emocionarme hasta abril de este año.
No sé, si me lo pides iré, iré a escucharte, a verte, a emocionarme, a recordar como empezó todo, a mover los pies al son de las marchas.
Quizás otro domingo, timbal número tres, tenga ganas de buscarte. Hoy ya no me da tiempo.
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