viernes, 29 de noviembre de 2013

Black friday in Spain


Hoy se celebra el Black Friday, o Viernes Negro, una tradición americana con la que se da comienzo a las compras de Navidad.
En Estados Unidos el black Friday, sirve para medir el estado de ánimo del consumidor en la recta final del año. 
Las empresas esperan ese día dar un vuelco a sus cuentas y llevarlas del rojo al negro, de ahí lo de Black Friday. Se celebra el viernes siguiente a Acción de Gracias, que tiene lugar el cuarto jueves de noviembre. Es la jornada en la que se producen las mayores ventas en un solo día en el país norteamericano.  Lo que buscan las tiendas con esta jornada es vaciar el stock y animar las ventas.Este día de compra masiva ha ido llegando a España, de manera que las grandes cadenas comerciales, y celebran también en nuestro pais este Viernes Negro.

El Corte Inglés, Fnac, Apple, K-Tuin, Zara, o Alcampo, con algunas de las marcas que ofertan algunos de sus productos con descuentos desde el 10%.Yo le encuentro a esto cierta similitud con lo que en España llamamos rebajas de enero, pero, claro, este viernes justo antes de las fiestas navideñas provoca que se anticipen unos días.Lo cierto es que ahorrarse unos euros en las compras navideñas nunca viene mal y más en los tiempos en los que nos encontramos.


Aquellas familias que no pueden pagar un ipad a 289 euros, quizás tampoco puedan hacerlo a 250, (es sólo un ejemplo). Esas familias tienen un "black month" (mes negro).En fin, esto es otro síntoma de que un año más es Navidad, los supermercados llevan semanas vendiendo turrones y mantecados, las ciudades ya se iluminan y preparan los belenes, y en algunas casas se elaboran adornos a mano, no por ahorrar, sino porque es algo que está de moda, hacer bolas con retales, pintar figuras... Yo no voy a comprar nada en este Black Friday, aunque espero que me compren a mí algunas cosillas que tengo encargadas.


jueves, 28 de noviembre de 2013

El coscurro de pan

Para mi santa madre hay varias cosas que son sagradas. Su café de las 11, la siesta, su santo, y sus hijos. 
Pero hay algo importante que no puede pasar por alto alguien que la conoce.
Esta señora tiene un vicio oculto muy grave y es que le gusta los coscurros del pan, vamos las puntas, y cuanto mas puntiaguda sea la misma pues mejor.

No es que se la coma untada, bueno, a veces si, pero por lo general se la come tal cual.
Dice ella que es que su madre, o su tía, o no se quien, ya se lo comían como manjar en sus tiempos, y claro buena es mi madre como para no seguir una tradición. 

Cuando comemos lo primero es darle a la señora su punta de pan, y sí acaso te apetece, hay que pedirle permiso o ir una misma a por el pan y comerse la puntica recién hecha. Ñam.

Lo de ayer ya es que fue de traca. Se juntó para cenar con dos esquinas.
Y se las comió sin darse cuenta. Tal es así la cosa que nos miró con mala cara por sí se la habíamos cogido uno de nosotros.
Nosotros, quiero decir mi padre y yo, somos más buenos que el pan, y no hicimos tal cosa.

Ella ya está dispuesta a ir al panadero y decirle que le haga una barra con coscurros infinitos, que ella para eso tiene mano, con la de clases de pan que hay... 

En fin, hoy tendremos dos nuevas barras de pan, es decir, cuatro esquinas, veremos haber quién se come más. Porque eso sí, no vale empezar la barra por las dos puntas a la vez, porque se seca el pan.

Menos mal que le da por el pan, que sí le diera por el jamón de jabugo nos saldría un poco cara la señora. 

jueves, 21 de noviembre de 2013

Un manzano en 90 metros cuadrados

Rebuscar por los cajones es casi siempre una labor ardua, y que lleva, por lo menos una tarde. Si, si, te quita una tarde ordenar todos los cajones de mi cuarto, ¡Maño, que son una docena!.

A mi madre eso es algo que le encanta, así que de vez en cuando se los desorganizo para que la mujer esté contenta y entretenida, y deje de jugar a las maquinicas esas de Apple que tienen de todo.

Hablando de máquinas, el otro día en uno de mis doce cajones encontré mi primer iPod. En realidad era de mi señor padre, que le gustan mucho estas cosicas de la manzana mordida. Bueno eso, que el cacharro en cuestión no tenia más que tres botones, y solo servía para oir música, y poner el despertador.

Me acompañó varios añitos, así a lo tonto 4 años, y aun funciona.el otro día lo encendí y sonó música. Confieso que antes le toqué la pantalla para ponerlo en marcha y no arrancaba. Y dije para mis adentros ¿ pero estás tonta? ¡Que este no es táctil jopetas!

El año pasado mis padres tuvieron a bien regalarme uno más moderno. No veas que diferencia. Pantalla táctil, juegos, internet-wifi, Facebook, cámara de fotos, y música. De inmediato le compré accesorios, porque un ipod sin funda es como un jardín sin flores, funda, y protector de pantalla, que se rompe el cristalico solo de mirarlo.

Con este tomo notas, escribía relatos mientras esperaba en un hospital y me pasaba las horas jugando al solitario y viendo películas. Pero en una pantalla de 4 pulgadas leerse un cómic era complicado.

Así que a base de ponerme pesada, porque a eso no me gana nadie, y de romperme una pierna, mi padre se fue presuroso a la Fnac y me compró un iPad mini, con una funda rosa. Yo creo que no había llorado tanto desde la muerte de Chanquete. Pero eso sí, lloré de emoción, claro.
Nada menos de ocho pulgadas de pantalla, casi como una tele.

Le he puesto un Office para escribir y sacar cuentas, juegos que solo valen para este chisme,, revistas para leer y un fondo de pantalla perruno, vamos una foto de mi perro. Tengo hasta una app para hacer un rosco del pasapalabra, y un tamagochi.

Ya después de la llegada de este juguete, hay días que no enciendo mi ordenador, que claro, también es Apple. Aquí en esta casa, hay varias cosas claras, las teles Samsung, los móviles de Movistar y los ordenadores Mac. Bueno hay un pc pero por cuestiones laborales. Lo usa mi hermano y lo justito.

En esta casa somos de manzanas mordidas como en el paraiso.
Ahora mi madre y yo no ordenamos cajones, nos gusta más tumbarnos en un sofá y jugar un mano a mano en Apalabrados. En que pueda la engaño para ganarla otra vez :-).

domingo, 10 de noviembre de 2013

¡Joder con la escayola! no es lo mismo que joder con escayola.

Desde que estoy con la pierna escayolada, y son ya 15 días, esta casa es un jaleo.
Yo necesito ayuda para todo, bueno para comer no, pero para ir al baño, para hacer la cama, para ir a la cama o al sofá, para vestirme, para salir a la calle... vamos, un desastre. Y como mi madre me tiene que ayudar, pues mi santo hermano le friega los platos, le tiende la ropa, y mi santo padre le hace la comida, la cena y alguna cosica más. Aquí todos curran menos yo, y me siento fatal.

Yo ya hago el esfuerzo de no ir al baño por la noche para no despertar a mi señora madre que en mi vida he dormido 8 horas seguidas. Yo soy muy de ir al baño cada dos horas o tres.
Salir del baño es jodido, porque hay que salir medio torcida para que la pata no choque con la pared del pasillo. Yo os juro que voy a sacar un nuevo modelo de carnet de conducir.
S1: Carnet para manejar sillas de escritorio por piso de 90 metros.

Eso si, el perrico que es muy sabio, cuando ve que muevo la silla se va delante mio, y se para en el wc, por si acaso tengo que ir, y si ve que sigo, pues se va conmigo hasta el sofá o hasta la cama. Y cuando me quedo sola en casa, se me acomoda cerca y me chupa la escayola, y me da besos perrunos.Si necesito algo, va como un loco a busca a alguien hasta que le hace caso.

Mi madre, de tanto que me ha movido estos días está agotada, hasta tal punto que se ha cogido un trancazo, y yo creo que lo ha hecho con doble intención, una para no hacer nada más que lo justo, y otra para hacerme compañía y así junticas las dos pasarme unos mocos.  :-)

Me cuidan todos de lujo, no me pudo quejar, me traen el almuerzo a la cama, me compran cosas con calcio para que el hueso se apañe cuanto antes... y me dan alguna pequeña tarea para que no me aburra.

Yo ya me empiezo a cabrear conmigo misma, y es que no puedo hacer nada de lo que quiero, ni cocinar, ni salir a la calle, ni quedar con amigos en un bar, ni ayudar a mi madre si lo necesita, si salir siquiera a la galeria, porque hay un escalón para salir que como me estozole vamos apañados.

Y luego hay una cosa que me da mucho miedo, y es ponerme de pie, es que me da impresión de que me caigo. ¿y si ya no puedo andar bien?, ¿y si me caigo más veces?

Por las noches sueño que ando y a los dos pasos me caigo, y me levanto y vuelvo a caminar, pero me vuelvo a caer.
¿Seré tonta? ¿a qué pienso eso? Tengo que poder como sea, pues no soy yo poco tozuda, ya me irán diciendo poco a poco como volver a empezar. Luego será todo más fácil de lo que pienso.

De momento me conformo con no llevar esto en diciembre, que este año os juro que voy a comprar mas turrones y mantecados de chocolate que nunca. Y en Nochevieja tengo que bailar sin parar.

Este año es para quemarlo en una hoguera, y tengo ya varias cosas preparadas para hacer una falla que ni las de Valencia.