miércoles, 10 de abril de 2013

Amueblar un piso por primera vez.

Tenemos unos amigos que les acaban de dar las llaves de su casa nueva.
Ayer nos contaban que estaban mirando muebles y cosas para decorarla y darle su toque personal.

Y en ese momento yo me acordé de nuestro piso vacío, cuando coleccionaba folletos de tiendas de muebles y mirábamos platos, tazas, cortinas, electrodomésticos varios... librerías, televisores, dvd, ventilador, mantelerías, mesas, sillas, un sofá tres camas.... joder que de cosas tengo en casa para ser pequeña.

Nosotros como buenos amigos nos hemos ofrecido ya para ir a mirar muebles y ayudar a llevarles cosas a la casa nueva, más que nada para recordar viejos tiempos.
Tiempos en los que el salón se convertía en una carpintería donde se montaban mesillas, carros de cocina, estanterías para cds, cómodas.... eso era un campo de batalla donde más de una vez se perdía algún tornillo.

Luego vienen los padres y amigos que te guardan alguna cosa y te la guardan con toda la ilusión del mundo.

Nosotros poco podemos darles a estos, pero algo buscaremos entre los armarios de nuestro nido para llenar el suyo.

La aventura de comprar tus primeros muebles es una locura divertida, serán muebles ya para unos añitos así que la decisión debe pensarse, a lo mejor hoy te gusta en rojo pasión pero piensa si dentro de 20 años querrás ese color en tu salón.

Nuestro nido y de nuestro amigos son pequeños, unos 70 metros cuadrados y ya nos parece mucho espacio para llenar. No se yo como llenan las mansiones los ricachones que tienen infinitas habitaciones y un jardín enorme.

Tampoco creo que vayan a Ikea. pero para eso hay tiendas que por cuatro maderas te cobran un potosí.


domingo, 7 de abril de 2013

Para hablar sin saber de que hablas, mejor cállate.

Tontos hay en todas partes del mundo. Sin ellos el mundo sería... diferente, como raro. La vida de los que somos más listos, que no inteligentes, sería mil veces mejor.

Yo no quiero hacerme la lista delante de nadie, pero a veces el tiempo termina por darme la razón en casos en los que se supone un médico o un maestro, o un adulto cualquiera, debería saber más que yo.


Muchas de las cosas que aprendemos en la vida no se enseñan en la escuela. Se aprenden a base de experiencias, de golpes bajos, de la rutina diaria...

A mí por ejemplo nadie me enseñó en el cole a poner inyecciones y ahora a mi santo se las pongo yo en casa. Y hay cosas como el respeto y la educación que van dentro de las personas, que no vienen en los libros.

Yo os pongo un ejemplo claro, ya sabeis los que me leeis a menudo que mi santo está un poco malito. Y claro está, su santa, osea yo, no me separo de él ni un minuto salvo obligaciones...
Hay cosas de su enfermedad que sólo sabemos él y yo, porque para eso pasamos 24 horas juntos y llevamos un año luchando contra todo.

A nosotros nadie que no sea médico nos debe explicar como funciona esto. No hay que estar removiendo historias que un dia se nos explicaron y que preferimos olvidar hasta que sucedan con el paso del tiempo.

¿Qué si lo tengo aceptado? Para aquellos que lo duden aun, sí. Si lo he asumido aunque cuesta.
Nadie como yo sabe lo que he pasado, aunque crea saberlo. Yo se lo que es estar noche tras noche sin dormir, esperando que pase un médico, que un día te den buenas noticias y al otro te digan que no pueden hacer nada. se lo que es una sesión de quimio, y lo duras que son las sillas del hospital después de 15 dias cuidando a mi santo.

Sabemos mejor que algunos que se creen con derecho de opinar y molestar, lo que puede suceder con esta enfermedad, pero creedme. Las doce de la noche de un viernes de una semana en la que no he dormido apenas y en la que he tenido contratiempos, no es el mejor momento para decirme que asuma que un cáncer es para siempre, y que dejar ingresado a mi santo no es un problema.

Lástima que haya tontos que se creen listos, personas que mientras han tenido todo no nos han necesitado y ahora nos quieren hasta para hacer la compra. Lástima que nadie les haya dado más de una hostia a tiempo.

martes, 2 de abril de 2013

Un año después... Bendamustina, pero con ilusión

Hoy hace un año que comenzamos la batalla contra tu linfoma.
Hoy descubríamos en la la habitación 114 del hospital de día deL Servet lo que era la quimioterápia.

Fue un día largo, pero emocionante a la vez por empezar a pelearnos con tus aliens.

Después de ese gotero llegaron cinco más de R-CHOP que terminaste en julio, y que te quitaron parte de enfermedad y te dejaron algo recuperado, también cansado, pero siempre con ganas de luchar. Esas no las hemos perdido nunca.

Meses más tarde llegó la recaída, el paso atrás que nunca hubiéramos deseado nadie.

Vuelta a empezar de cero, a buscar un tratamiento nuevo que pudiera aniquilar cada célula maligna de tu cuerpo.

Los meses han ido pasando y el cansancio se ha ido notando en nosotros, cada mes a un médico, cada día una pastilla, cada semana alguna novedad, llamadas, idas y venidas, noches en vela, días esperando, pero eso sí siempre con la ilusión de saber que todo marcha bien y que un día todo esto llegará a su fin.

Cada vez estamos más cerca del final, esperemos que esta vez sea bueno, y podamos celebrar que tú estás bien.

He aprendido en esto meses a hacer curas, a tratar con médicos, enfermeras y celadores, se que hay algo que se llama Bendamustina y algo que se denomina Ritubximab capaces de deshacerse de aquello que no queremos.

Ánimo valiente juntos vamos a conseguir llegar al final, después de un año lo que nos queda nos puede parecer una corta prueba que pasar juntos.