domingo, 31 de marzo de 2013

Jesús en su Primera Caída.

La zaragozana Cofradía de Jesús Camino del Calvario, con motivo de la celebración de su 75 Aniversario, ha estrenado un nuevo paso, "Jesús en su Primera Caída", formado por una imagen de Cristo caído intentando levantarse. Este nuevo paso es portado sobre una peana, a hombros por 16 terceroles.

Obra del escultor sevillano Manuel Reina Infantes, en su realización ha buscado la naturalidad tanto en su vestimenta como en su expresión.

La peana es obra de Joaquín Sanz Gracia, de Urrea de Gallego y Jorge Trallero, de Calanda, combinando madera y abalastro.
En cada esquina llevan labrada una talla de madera que represetan a un cofrade de las diferentes secciones de la Cofradía. 
Su perímetro está realizado por 14 placas de alabastro, representando el Vía Crucis.

Clausurando el 75 Aniversario Fundacional de la Cofradía de Jesús Camino del Calvario, se celebró una Eucaristía presidida por el arzobispo de Zaragoza, D. Manuel Ureña,  durante la cual fue bendecido el nuevo paso, de Jesús en su Primera Caída.

Debido a la suspensión por la lluvia, de la Procesión del Encuentro que se tendría que haber realizado el Miércoles Santo, la Cofradía de Jesús Camino del Calvario pospuso el traslado de las imágenes a la Iglesia de San Cayetano, a el Jueves Santo por la mañana. 

Para finalizar pongo un vídeo con el nuevo paso a su llegada a la Iglesia de San Cayetano, el Jueves Santo por la mañana. 

miércoles, 27 de marzo de 2013

El Prendimiento de Zaragoza (Cofradía)


Ya se acercan los días grandes de Semana Santa. Con un tiempo inestable, esperemos que sepa respetar lo que se toca estos días con tanto sentimiento y emoción.

Mi santo es cófrade. Y estos días se viven en casa con emoción y recogimiento. Buscando procesiones por las calles de una Zaragoza vibrante.

Mi santo lleva dos años sin acompañar a sus hermanos del Prendimiento por motivos de salud, pero sé que lo añora y que al año que viene los dos estaremos dentro de estas procesiones tocando el timbal, o como hermanos de vela.

Tenemos entre tanto cofrade buenos amigos que nos dedican un rezo, un toque o toda la procesión que el Domingo de Ramos duró 5 horas.

Mañana si la lluvia les deja, volverán a salir a la calle con nuevo paso, y con la misma ilusión que ponen en todo lo que hacen.

A mi Jesús Cautivo, 
le he de poner una vela, 
y a mi Virgen Dolorosa 
le he de llevar unas rosas.

Les tengo que dar las gracias 
y rezarles de rodillas, porque lo que les pedí 
me lo han ido dando todo, 
sobretodo la salud 
y ellos ya saben de que hablo.

A mis hermanos cofrades, 
os digo desde muy dentro, 
que pa´mi sois los mejores tocando,
y de corazón, buenas personas y nobles.

Yo tengo un Jesús Cautivo 
que mira desde un altar, 
y un Jesús que es un cofrade, de los vuestros, 
un hermano, al que quiero de verdad.

Que resuenen los tambores, 
los timbales, las campanas, 
y que Viva El Prendimiento 
que es para mí es la mejor 
de todas las cofradías.



jueves, 14 de marzo de 2013

Desnudez


Nacemos desnudos, y vemos así la luz del nuevo mundo al que llegamos sin saber si quiera lo que éste nos deparará en unos años.

Esa desnudez se nos cubre enseguida con el cariño de una madre y una sábana de hospital, es el momento de empezar.

Con los días en cuerpo se cubre de capas, de capas de colores, de rayas, pedazos de tela zurcidos que nos protegen del frío y a veces de fuerzas externas. Es algo difícil de explicar.

La ropa nos da fuerza, nos da seguridad, nos da elegancia.

Despojarse de esos pedazos de tela nos deja libres, nada nos aprieta, ni nos da calor, todo puede tocarnos aunque nos de placer o nos haga daño, nos dice sin palabras que algo nos pasará y entonces llega la incertidumbre.

Cuando un cuerpo muestra cualquiera de sus partes a un médico nunca sabe si le espera un aguja, una sutura, un masaje, un bisturí… ¿Qué siente cualquier persona cuando se despoja de sus pantalones y de su camisa y los cambia por un camisón de hospital? ¿Miedo?, ¿pudor?, ¿expectación?

La mejor desnudez que podemos regalarnos es aquella en la que nos encontramos con el ser amado, ese momento en el que dos cuerpos despojados de todo, se rozan piel con piel, se entremezclan buscando amor, placer, cariño, sentirse vivo…

Mirarse desnudo en un espejo y descubrir como cambias, como creces, como tu cuerpo se hace mayor y se llena de marcas que te dicen que la vida pasa por delante de ti.

Un cuerpo es sabio y sabe cuando quiere comer, cuando necesita llorar o reir, cuando busca placer, o necesita un arreglo, un cuerpo siente lo que siente la mente, lo que le manda el corazón.

Es una máquina perfecta, pero si se queda desprotegido de sus retales pierde la fuerza, pierde seguridad, hasta que descubre que estar desnudo a veces significa ser libre, tener alas para volar, estar desnudo no es solo quitarse la ropa. ¿Puede alguien vestido de pies a cabeza, sentirse desnudo?

La respuesta es sí, sin duda, dejo ahí la reflexión, para que cada uno piense si se siente desnudo aun llevando varias capas de retales.