jueves, 23 de agosto de 2012

Estamos casi en el final. Gracias a todos.

Gracias a tu fuerza por saber en todo momento como responderle a la adversidad, gracias a las familias que han estado a nuestro lado siempre, a nuestros padres y hermanos que han llorado por dentro y por fuera con cada noticia, buena o mala.

Gracias a los amigos, que han estado a nuestro lado, que nos han escuchado y acompañado, que han mirado más allá de sus vidas para dedicarnos siempre sus mejores palabras, su mejor sonrisa.

Gracias a todos los médicos que te han atendido, por su ayuda, por sus respuestas, por su manera de decir las cosas, aunque a veces sea dura y difícil de asumir, y en general a todo el personal sanitario .

Gracias a la ciencia por tener solución para esta dura enfermedad, llamada Cáncer,

Pero gracias ante todo a las ganas de lucha que has tenido, a tu entereza para afrontar las cosas, a tu paciencia, a tus ganas de vivir que son las que hacen que hoy estés a mi lado, que son las que han convertido estos meses en una aventura con final feliz.

Aun queda parte del camino por recorrer, pero la parte más dura la hemos vencido. La has vencido. Y yo estaré a tu lado siempre que me necesites para que como en muchas cosas de la vida, la unión haga la fuerza.

Gracias JESÚS, Ángeles,  Julio, Miguel Carmen, María, Óscar, Mario, Noemí, Antonio, Rosana, Laura, Helena, Gonzalo, Martín y demás amigos y conocidos, especialistas y otra gente que ha pasado por nuestras vidas en estos meses y nos han ayudado a vencer esta enfermedad tan dura. Y gracias sobretodo a los que seguirán a nuestro lado siempre.

miércoles, 8 de agosto de 2012

La procesión va por dentro.

Siempre se ha dicho que la procesión va por dentro, y caramba, vaya frase más real. 
Hace 3 semanas que terminé mi última sesión de quimio, la verdad que he de reconocer que las dos últimas sesiones, han sido las más duras de todo el tratamiento.

Lo malo viene después, cansancio, sueño o insomio, dolores, pinchazos, altibajos, son algunos de los síntomas que habitualmente se tienen tras una sesión de quimio.
Te levantas bien, con energía y ganas de comerte el mundo, y a la media hora tienes que volverte a la cama, porque el cuerpo te pega un hachazo, dejándote "k.o."

Debes vivir el momento, hora a hora, y muchas veces sin poder plantear hacer planes a corto o medio plazo, porque no tienes la seguridad de que el cuerpo te acompañe. Una cosa tan simple como un paseo con tu pareja, te hace terminar volver a casa antes de tiempo, debido a que te agotas enseguida y el cuerpo no puede más.

L@s pacientes lo pasamos mal, pero l@s que tenemos a nuestro lado y nos cuidan lo pasan bastante peor. También necesitan que se pregunten por ell@s, o poder hablar con alguien que les escuche, simplemente eso que les escuchen. 

Lo malo que tiene una enfermedad de larga duración, es que además de físicamente, machaca psicológicamente más a quien te está cuidando, que al propio paciente.