viernes, 28 de agosto de 2009

Ave, cómete el pollo

Esta entrada bien puede sonar extraña por el título, pero en tiempos de crisis, y con sueldos inferiores a 1000 euros los que vivmos acechados por los gastos tenemos que estirar los euros al máximo.

Nos ceñimos a las ofertas 3x2, o a las de 2ª unidad al 70%. Y también aprovechamos las ofertas de los super, porque si no no habría manera de comer los 31 días de un mes tan largo como agosto.

Ahora bien, con un pollo asado, que nos cuesta dos euros, tenemos para comer dos personas varias veces, veamos:

Partimos el pollo por la mitad, y reservamos ambas para comer dos días.
Con las pieles y los huesos del pollo podemos hacer un caldito sabroso para comer, y si hay suerte de que sobra, pues también para cenar.

Con los trocitos de carne que se quedan adheridas al hueso podemos hacer unas croquetas, de esas que Avelino me pide de vez en cuando, para cenar una noche.

Y ya, como exceso, si un día parte del pollo que sacas para comer, no te lo comer, se puede hacer una rica ensalada con manzana, queso, tomate y mayonesa.

Puede que suene un poco a risa, incluso resultar asqueroso, para aquellos acostmbrados al jamón de pata negra, pero para poder cenar los domingos algo más que un mendrugo de pan, hay que hacdr estas cosas.

1 comentario:

Ajovin dijo...

No hay nada como sertir como propio lo que es propio, lo que se consigue con el esfuerzo del día a día, de la lucha, del trabajo.
Nada vale más que aquello que es conseguido con el esfuerzo personal.
Lo que se regala, lo que te encuentras en el camino, está ben, muy bien incluso, pero no vale tanto, no tiene tanto valor como aquello que consigues con tu propio esfuerzo.
La vida está llena de pequeñas conquistas, pero sólo valen aquellas que se consiguen con las fuerzas propias.
Y eso si, si alguna vez se necesitan soldados y abutuallamiento para la pelea, es muy bieno tener donde conseguirlas, pero el esfuerzo de ganar la batalla tiene que ser propio.