Aquella fue una larga mañana llena de incertidumbres y de dudas, de miedos, de situaciones nuevas para mí.
Es muy duro que un médico te saque a un pasillo y te diga que disfrutes de cada instante con tu marido porque puede que al día siguiente no salga vivo del quirófano, Es posible que tenga un cáncer.

Enfrentarse a un tratamiento de quimioterapia y a sus efectos secundarios, cansancio, pérdida de peso, caida del cabello,... pasar por diversos médicos y pruebas, y todo eso sin perder ni un ápice de fuerza porque mi novio es una persona fuerte y luchadora.
Quizás el momento más duro fue el de la recaida que tuvo en noviembre, cuando parecía que habíamos recorrido mucho camino, dimos varios pasos atrás y el cáncer se reprodujo.
Otra vez ingresado, a hablar con médicos, a entrar a quirófanos, a esperar resultados a que pasen los días. Pero con todo y eso las cosas han salido mejor de lo esperado.
Ahora llevas otro tratamiento diferente, estás respondiendo bien, y tienes mejor aspecto que hace exactamente un año cuando esta batalla comenzó.
Lo más importante es que sigues a mi lado y nos quedan muchos años para compartir, sabes que siempre estaré a tu lado yo, y por supuesto todos los que te queremos que somos muchos.
Admiramos tu fuerza, tu entereza, tus ganas de luchar y de seguir viviendo.
Y por encima de todo no olvides que te quiero.
Gracias a todos los médicos que han hecho posible el milagro de que mi santo pueda seguir adelante.
Por cierto aunque no lo parezca esta entrada está hecha desde el optimismo de saber que vamos a vencer la batalla.
2 comentarios:
Que no te quepa la menor duda de que esta batalla la vais a pasar, animo y adelante. todos mandamos nuestras fuerzas.
El optimismo no se puede comprar, sino te faltaría todo el dinero posible.
A los problemas se les vence, se les gana, con fuerza, con el convencimiento de que se es capaz.
Estas enfermedades no son una, ni cien, ni mil. Son cada una diferente según enfermo, edad, lugar, momento en que se le pilla, y decenas de más factores.
Por eso no sirve de nada comparar ni fijarse en nada, que no sea verle la cara al enfermo y ver si sonríe o no sonríe. Si tiene brillo o está apagado.
Hay días, como en todo, pero hablo en general.
Publicar un comentario