miércoles, 30 de enero de 2013

Después de cinco años... la aventura llegó al final feliz

Estoy contenta y feliz como hacía tiempo que no estaba. Alguna vez tenían que llegar buenas noticias a esta casa.
Hace un par de días mi madre me llamó para decirme que después de más de cinco años de lucha a mi padre le habían dado una incapacidad debido a su enfermedad. Mi padre estaba tan... emocionado que no podía ni hablar.

Mi padre es una persona joven, apenas ronda la cincuentena, pero la salud la tiene algo tocada.

Su corazón no está tan fuerte como nos gustaría, y sus ojos no ven todo lo que deberían.

Así que después de varios tribunales médicos, alguna pequeña operación para ponerle aparaticos, y muchas negativas, el Tribunal Superior nos ha dado la razón, y ha reconocido que mi padre no puede trabajar.

Los médicos ya se lo decían que no era recomendable y menos en los tiempos de crisis que corren, dirigir una empresa es estresante y no es bueno para el corazón de mi señor padre.

Atrás quedan todos estos largos años de papeleos, de médicos, de llorar y reir juntos, de esperar al cartero, de nervios, de mirar todo desde un lado negativo.

Sabía yo que mi padre no se iba a rendir, pues es un poco cabezota con lo suyo, y al final ha conseguido lo que tanto tiempo ha estado buscando.

Después de 41 años currando más horas que un reloj, ahora le llega el turno de descansar, de estar con su mujer y sus hijos y su perro, de dedicar tiempo a esas cosas que le gustan, de vivir la vida.

Sabía que lo conseguirías pues eres un luchador nato. Ahora eso sí, cuídate de tus males y disfruta de muchos años de merecido descanso.


2 comentarios:

Ajovin dijo...

Gracias chata. Si, 42 años cotizando. Tenía 14 años y 10 días cuando empecé a trabajar y cotizar. Eran otros tiempos, nada recomendables.
Mi hermano empezó a trabajar con 12 años, en una tienda de periódicos, caramelos y futbolines.

medranica55 dijo...

Y aqui estoy yo para ayudarle en este camino que nos queda para disfrutar de la vida.