Ya se acercan los días grandes de Semana Santa. Con un tiempo inestable, esperemos que sepa respetar lo que se toca estos días con tanto sentimiento y emoción.
Mi santo es cófrade. Y estos días se viven en casa con emoción y recogimiento. Buscando procesiones por las calles de una Zaragoza vibrante.
Mi santo lleva dos años sin acompañar a sus hermanos del Prendimiento por motivos de salud, pero sé que lo añora y que al año que viene los dos estaremos dentro de estas procesiones tocando el timbal, o como hermanos de vela.
Tenemos entre tanto cofrade buenos amigos que nos dedican un rezo, un toque o toda la procesión que el Domingo de Ramos duró 5 horas.
Mañana si la lluvia les deja, volverán a salir a la calle con nuevo paso, y con la misma ilusión que ponen en todo lo que hacen.
A mi Jesús Cautivo,
le he de poner una vela,
y a mi Virgen Dolorosa
le he de llevar unas rosas.
Les tengo que dar las gracias
y rezarles de rodillas, porque lo que les pedí
me lo han ido dando todo,
sobretodo la salud
y ellos ya saben de que hablo.
A mis hermanos cofrades,
os digo desde muy dentro,
que pa´mi sois los mejores tocando,
y de corazón, buenas personas y nobles.
Yo tengo un Jesús Cautivo
que mira desde un altar,
y un Jesús que es un cofrade, de los vuestros,
un hermano, al que quiero de verdad.
Que resuenen los tambores,
los timbales, las campanas,
y que Viva El Prendimiento
que es para mí es la mejor
de todas las cofradías.
1 comentario:
Muy bonito, y emocionante
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