jueves, 5 de septiembre de 2013

El chocolate es un sustituto del sexo. Andar es una terapia para los huesos

Mi madre, buena señora por cierto donde las haya, se ha empeñado en hacer terapias conmigo. Con eso de que estoy ahora separada pues me quiere cuidar y yo, claro estoy encantada.

Que si un masajico de pies, una mascarilla de algas verdes, un viaje a Madrid, una comida buena, un abrazo de mamá oso... pero tiene algunas cosas que en fin no se yo si son terapias o que es eso.

Por las mañanas la señora se me planta el pantalón corto y unas alpargatas de esparto y se me lleva a andar, que dicen los médicos que es el mejor deporte.
Pero yo creo que lo que hacemos no es andar.

¡Si vamos a trote cochinero!, si ella da dos pasos y yo aun no me he puesto en marcha.

Y es que yo estoy oxidada porque no hago tanto ejercicio como ella.
Aquí la señora se nos apuntó a pilates hace ya unos años y no contenta con ir en invierno, en verano me hace levantar a las 8 de la mañana y nos ponemos las dos a estirar los músculos, a respirar, a hacer cosas raras, eso media hora.
Y ahora me ha apuntado a yoga. Que dice mi psiquiatra que va muy bien.

Luego también entra su política del régimen, no político eeeh, régimen de comer,  de comer sano, nada de dulces ni de grasas ni de cosas que no sean sanas.

Pero luego vamos a comprar al super y metemos en el carrito una tableta de chocolate negro, unos helados, unas rosquillas, y unos cuantos embutidos. Joder con la dieta, si huele de lejos a pecado carnal.

Bueno pues eso, que me voy a cenar lechuga y luego una porción de chocolate negro, que me han dicho que es u buen sustituto del sexo, ahora que no tengo un maromo que de vez en cuando le de una alegría a mi cuerpo.

Si tengo suerte igual me dan un masajico de pies, yo, lo voy a intentar jejeje.

1 comentario:

medranica dijo...

Hay, si no fuera por las madres ya no habria mundo.TE quiero besos.