miércoles, 1 de octubre de 2008

Ponerse guapa

Ponerse guapa depende de como una se vea en el espejo nada más levantarse cada mañana.
No siempre te ves arreglada con la misma ropa.
Hay clásicos como la falda y los tacones que nunca fallan, pero luego las combinaciones dependen mucho de cada un@.

Hay quien se ve bien con una minifalda y botas de alta caña, y luego están las que sacan el traje de fiesta hasta para ir a la compra.

Por ejemplo yo creo que con 26 años que una tiene para ir una tarde a tomar una caña perfectamente valen unos pantalones vaqueros con un jersey y unos zapatos, o incluso aunque yo no sea de llevarlas unas deportivas.

Otra cosa es para ir de boda o para ir a una entrevista de trabajo de secretaria que es uno de mis oficios. Ahí ya la cosa tiene una etiqueta y lo normal sería ir con traje que a mí me sienta como si fuera un botijo, o bien con un pantalón de vestir, una camisa o jersey, una melena cuidada y unos zapatos que combinen y con un poquico de altura. Un poco de sombra aquí y sombra allá y lista para triunfar.

Yo no podría ir todos los días con traje de raya diplomática y tacón de 10 centímetros porque envejecería de fachada unos añitos.

Depende también de gustos. A mí los hombres me van con su camisa y su americana y el pantalón ya me da igual si es vaquero o de pinzas, pero eso sí perfumados y con zapatos.

El estilismo es personal y a cada cara y a cada altura, a cada cuerpo le queda bien un look diferente. No hay dos iguales. Por suerte.

Lo que tengo claro es que el chandal no viste nada de nada aunque a veces sea más caro que unos pantalones o que unos zapatos.

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