viernes, 7 de noviembre de 2008

Mi compañero de siesta



El bichón maltés de la foto, es mi perro.
Y hace mucha compañía, cuando nos quedamos solos.
Pero tiene momentos en los que me rio con él todo lo que quiero.
Esta mañana estaba comiendo yo unas salchichas y después de comerse media, ha ido a comer de su plato de friskies.
Cuando yo he terminado de comer, se ha llenado la boca de su comida y se ha venido al salón, a esa alfombra azul a comérselas, porque así seguía comiendo conmigo.

La siesta se la duerme conmigo y por la noche cuando me levando al lavabo y lo dejo solo en los pies de la cama se sube hasta la almohada y claro, lo tengo que volver a poner en los pies. Y ahí se queda.

Se sienta a mi lado cuando estoy en el ordenador, y a la hora de irse a la cama, se lleva el solico la dichosa alfombra azul, hasta el dormitorio y lo ves venir a todo tren por el pasillo a veces tropezando con el trapo pero como es suya y no deja que se la toquemos... pues él la lleva a todas partes.
El Chusky es un gran perro, yo creo que sólo le falta hablar.

Lo tengo claro, cuando tenga 50 años y los hijos se independicen, me comparé un Chusky.

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