sábado, 20 de junio de 2009

Empezar de nuevo

Cuando se mira atrás, y fijas la vista en algo, quieres decir que añoras algo que ya no tienes y que en algún momento de tu vida te hizo feliz, o disfrutabas con ello y ahora volver atrás ya no se puede.

Ya no puedes encontrar aquella playa que te esperaba cada mes de julio, ni aquellos viajes por media península. Además hoy por hoy siento que tengo infinitas obligaciones que cumplir en mi nueva vida, que algunas cosas me da y otras me quita.

Ya no puedo ponerme aquel vestido azul lleno de flores de nuestra primera cita, porque le he cogido gusto a comer de todo y me da igual a lo que sepa y de que país venga (no me entiendas mal, quiero decir que me gusta ir de restaurantes).

Ya no me rio como antes y sé que a tí Avelino, te gustaría verme reir por cualquier cosa.

Casi no leo porque me gusta que otros me lean a mí, y he descubierto que lo que tanto cuesta conseguir se esfuma a toda velocidad.

Cunado miro atrás encuentro días de vino y rosas, de amor y risas, de amigos y de cubata, y si miro adelante veo mis alas abiertas para volar, y busco días de amor y convivencia, de patatas guisadas, de estofados caseros y de vacaciones en un barrio vacio, pero contigo.

Con un vestido tres tallas más grande que aquel azul de la primera vez, con muchos sueños por hacer y descubriendo que lo único que no ha cambiado es que sigo escribiendo, respirando, pensando, soñando... es que sigo viva.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!

Las añoranzas no son malas, pero fijate en lo positivo (recuérdalas con cariño) y construye tu futuro (el que tanto te está costando conseguir pero que tanto merece la pena...) teniendo esos pilares pero mirando hacia arriba, volando con las alas y con el corazón y sin miedo. Piensa en todo lo bueno que te ofrece esta nueva vida y cuando mires hacia atrás trata de no caer en la agonía...

A mí también me gusta mucho verte reír y reír contigo, con "nuestras" bromas... :)

Un fuerte abrazo y un besazo

N. ;)

Ajovin dijo...

La libertad hay que conquistarla.
Cuesta.
Pero sin duda merece la pena. Es la vida.