viernes, 27 de marzo de 2009

Soria


Ayer, volví a ese lugar donde tantos veranos fui a pasar fresco, porque no suele hacer calor, y casualmente ayer había 26 grados al sol.

Caminé por el Mirón, donde la gente se sentaba a reflexionar, a ver su Soria desde un lugar donde se respira tranquilidad.

Pasé por el Collado, el mercado y el rastro, ví la rosaleda en plantación, vamos sin los rosales floridos, y me dejé llevar por los recuerdos de niña, por el aroma de un costillar en adobo, por los versos de Machado y por la guia de planos.

Me sentí como en casa, una vez más aunque pensando en como nos ha cambiado la vida, en cuantos os quedasteis en el camino en aquellas meriendas y tardes de paseo.

Eres pequeña, sencilla, y estás llena de recuerdos por cada calle por la que quiera dejarme caer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta cómo has narrado tu día Soriano ;)

Un abrazo,

N.

Avelino dijo...

Era la primera vez que pisaba esa tierra castellana, enseguida se dejó descubrir, el mirón, el casco, el parque, y ese jueves además había mercadillo. Se pasó el día enseguida, y la vuelta a Zaragoza, con que rapidez y fluidez se circulaba por la N-122 hasta que dejamos atras Castilla, y que lenta y pesada se hacía la circulación ya en el tramo de Aragón, de esa misma N-122.