domingo, 29 de abril de 2012

Cuando uno va de bares aquí en España lo normal es acompañar la caña con una tapa o pincho.
La nueva cocina hace que estos pequeños aperitivos sean cada vez más vangüardistas y curiosos en cuando a diseño, pues quizás el sabor nos resulte familiar al de alguna tapa más "veterana ".

Pero a lo que quiero llegar, es que si alguien entiende de montaditos y tapas ese es mi santo, y no, no estoy casada ni con Arzak o Arguiñano, es que mi señor, se monta unos pinchos la mar de raros, que igual te mezcla una gamba con ternera, que una patata frita con un pimiento y una raba de calamar. Todo sobre una rebanada de pan, con cualquier salsa que tenga a mano. Y una vez coloca todo sobre el pan, engulle el montadito como si se fuera a terminar el mundo.

Ni que decir tiene que mientras el se lo monta bien comiendo, yo me he podido comer tranquilamente el segundo plato de la comida.

Da gusto verlo comer, con parsimonia, midiendo todos los trozos para que sean del mismo tamaño y se quede todo bien agrupado en el pan o pinchado en el tenedor.

Yo me rio, sobretodo cuando tiene todo bien colocado y al ir a comerlo se le desmonta todo sobre el plato y tiene que volver a empezar. Pero me lo paso bien comiendo con él, aunque yo tenga prohibido el pan y muchos de los ingredientes de los montaditos.

2 comentarios:

Jes dijo...

Comer es un placer, tanto por la compañía, como por los diferentes montaditos que se improvisan en ese instante.
Lo bueno es disfrutar en pareja, y sacar una sonrisa, aunque uno termine de comer más tarde.

Ajovin dijo...

Qué buena cara tienen algunos. Haber cuando hacéis fotos más de cerca y nos dejáis las recetas bien hechas y explicadas.