miércoles, 6 de mayo de 2009

El beso del tiempo

Mientras escucho nuestra canción, me doy cuenta de que nada es igual ya, que aquel seis de mayo de hace cinco años.
Entonces éramos sólo amigos, y yo ya sentía mariposas en el estómago cada vez que te veía.

Aquella noche de mayo fue especial, aunque las hubo más intensas.
En dos horas de concierto, de fiesta de voluntarios de la expo, ya pasada, me dio tiempo de todo, hasta de perder la voz.

Nada es igual porque somos más viejos, porque no nos cabe la misma ropa, no tenemos el mismo trabajo, ni vivimos en el mismo lugar, ni siquiera Amaya Montero canta ya para La Oreja de Van Goth aquello de cuéntame al oido, que cada seis de mayo te canto.

Sólo mantenemos de entonces la ilusión por algo que ya no es amistad, porque días más tarde de aquel concierto lo nuestro sería amor.

Gracias por todo este tiempo a tu lado, por lo mucho que nos hemos aguantado, por hacerme reir y llorar, por descubrirme lo que es el amor.

El cielo acostado
detuvo el tiempo en el beso
y ese beso a mí en el tiempo.

Ese beso nunca llegó en aquella noche, tu y yo sabemos que se hizo esperar, que yo te lo pedí y luego semanas después te lo pude robar para mis labios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ole, ole y ole!

Post cardadito de sentimientos, de esos que tanto me gustan, ya lo sabes.

Ave, ¡manifiéstate! jejej

Un fuerte abrazo,

N.