lunes, 12 de octubre de 2009

El Pilar en Zaragoza



Hoy es el día grande, en España, y aquí en Zaragoza, creo yo que más que en ningún sitio.

Nuestra patrona, se ha llenado de flores un año más, gracias al fervor de los miles de ciudadanos de todo el mundo que procesionan durante horas para hornara a su patrona.

Tres horas y media (más que ninguno de los años que he acudido como oferente), he tardado en llegar al manto florido, a dejar mis gladiolos blancos para que lleguen a los que yo más quiero.

Ha sido un año de ofrenda con viejos amigos, y eso me ha hecho ontener la emoción, aunque creo que antes de que anochezca caerá alguna lagrima por mi rostro.

Aún quedan horas de ofrenda y desde las 7 y media de la mañana, cuando me levantaba para vestirme, la gente se ha echado a la calle. Es emoción y tradición, es promesa y devoción, es un acto religioso y festivo a la vez.

La caminata cansa, pero emociona entrar a la plaza y mirar al frente, ver la Virgen con su manto de flores entretejiéndose.

Es un día para estar en familia, para ser mas Pilar que nunca, para pedir deseos y dejarse envolver por el ambiente.

Un año más he cumplido mi parte del trato.

Y que me queden muchos años para pasar delante de su manto

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Está escrito desde el corazón y eso se nota.

A ver si puedo verte dentro de un rato :)

Un besazo,

N.