Hoy, haciendo honor al nombre de este blog, hacemos memoria de una fragmento de realidad. Un fragmento que aun hoy quince años después queda en la memoria de muchos españoles.
Hablo del secuestro y posterior asesinato del concejal popular de Ermua Miguel Ángel Blanco.
El concejal fue secuestrado un 10 de julio de 1997, por dos etarras, y herido de dos tiros en la tarde del día 12. La banda terrorista puso como condición para evitar el asesinato una serie de condiciones que obviamente el gobierno no llevó a cabo, para no ceder al chantaje terrorista.
El cuerpo de Blanco fue hallado aun con vida en la tarde del día 12, aunque nada se pudo hacer por su vida y fallecería en la madrugada del día 13.
Aun recuerdo la tarde del día 12 de julio. Estábamos en la playa, con la tele puesta, esperando que por casualidad ocurriera el milagro, que el lazo azul que salía en la imagen el tele, no se volviera negro.
A las cinco de la tarde, la pantalla se tiñó de negro, se hizo el silencio, una vida se apagaba, de la manera más cruel e injusta que existe.
Me quité el lazo azul, me vestí de negro, miré al mar y lloré de rabia.
Aquella tarde puede que algo cambiara en el interior de muchos españoles, aun a pesar de que por desgracia no era ni el primer ni el último asesinado de ETA, pero este por la forma, por el hecho, por el modo, tuvo una repercusión especial. La gente se echó a la calle, se hicieron manifestaciones en todo el país y aun hoy se hacen. Como recuerdo a Miguel Ángel y a todas las víctimas.
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