lunes, 1 de marzo de 2010

Llenar la vida de vacios

Llevo semanas sin sentarme a escribir algo, y se me llena la cabeza de ideas, así que las aglutimo todas en una entrada, y con eso nos damos por conformados.

Vivo mezclando las tareas de mujer fregona, en esa casa llena de polvo de tranvía, y quejándome, como siempre de aquellos que trabajan sin saber lo que hacen. Camareros que toman mal la nota y con los que luego te toca discutir, vecinos que roban bombillas, novios que no saben que no quieren...

Para desconectar de este mogollón me fui de compras, a por un pantalón que o me hiciera muy gorda.

Agarré dos pantalones negros, y me los metí al probador, y para mi sorpresa una talla 54 es ahora unos dos dedos mas pequeña que una 52 de hace dos años. Se me quedó tal cara de idiota que me fui a cenar fuera a llenar bien la panza.

Menos mal que para aliviar las penas me he juntado con amigos, que consiguen hacerme olvidar la hipocresía de los que mandan y que por muchas cosas que me pasen siempre están ahí.

Ellos me hacen reir, y con ellos me creo algo más que una parada que no sabe encontrar un trabajo en medio de tanta crisis a la que no podremos vestir de Armani, y que no puede salir de su casa, para desconectar porque aun no le ha tocado el Euromillón de la Primitiva, eso sí tengo la lotería del amor, que también ayuda, amor al que quiero hacer reir, y no sé como hacerlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se te echaba de menos por estos lares :)

Un abrazo muy grande!!

N.