viernes, 26 de marzo de 2010

Semana de Pasión



Ya empezamos a preparar la Semana Santa en las casas de aquellos que procesionamos, o de aquellos que somos adeptos a estas fiestas y que cumplimos con la Cuaresma, planchamos hábitos enormes y llevamos dos meses ensayando y mirando al sol, teniendo el timbal en un rincón de la casa, buscando un bolso grande donde llevar provisiones para aguantar la procesión para repartir con quien después de 6 horas puede sentarse y comer.



Paseábamos ayer Avelino y yo por el centro y en muchos escaparates, como este de la foto, podemos encontrar nazarenos hechos a mano, recordándonos que ya esta cerca, que ya llega el sonido ensordecedor de los miles de tambores y bombos de nuestra Semana Santa.

Como otros años llenaré de lágrimas mi rostro cuando vea al amigo, al ser amado, al descalzo, y al que arrastra las pesadas cadenas de la penitencia.

Es una semana para creer, bueno y para no creer, pero para estar en familia, como antaño, cuando el Domingo de Ramos había huevo de Pascua en casa, y venían los que ya no están a comer.
Cuando era niña me tapaba los oidos con dos kilos de algodón para no oir nada, y hoy no puedo vivir sin escucharlos. Hay que ver como cambia la vida, y una misma.

No hay comentarios: