jueves, 3 de febrero de 2011

La soledad del tranvía


Todavía no había comenzado su andadura, pero algunas voces, ya se alzaban en su contra.

Nadie podía negarle que era el ojito derecho de Juan Alberto, que creyó en él desde el primer momento.

Comenzaron las pruebas, y con ellas llegaron las fotos, los artículos en la prensa, los curiosos se paraban, le fotografiaban y murmuraban a su paso .

Circulará con una alfombra a sus pies, todo hacia él parece poco, pensaban recelosos los coches, cuando veían las vías por las que no podían rodar.

Ya se habían hecho oficiales los siguientes recortes, una línea de autobús desaparecerá, y a otras tres líneas se les modificará su actual recorrido.

En la soledad de la noche y en los días de fiesta, en la cochera donde descansa, no podía dejar de pensar, ¿y si en las municipales de mayo me convierto en el responsable del adiós de nuestro actual alcalde?

Si después de tanta expectación, me convirtiera en un juguete roto....

Estaba claro que no había nacido con ambición, y en su memoria no podía olvidar las frases de los más ancianos, recordando que ya había existido anteriormente, pero el progreso lo había retirado. Actualmente volvía como solución a la reducción de emisiones CO2.

1 comentario:

Ajovin dijo...

Tú eres el responsable de que Juan Alberto esté mandando o no. DE que Luis Fernanda está mandando o no. DE que Juan Martín logre mandar o no.

Cada uno somos tan importantes como el que más e imprescindibles para que esto funcione bien o mal.

Tú decides.