miércoles, 9 de marzo de 2011

Pensar antes de hablar.


Siempre me he preguntado porque las personas se empeñan a veces en opinar de cosas que desconocen. Y ya no digamos cuando ironizan sobre el sufrimiento de los demás.

Tú puedes hablar de lo que sabes, de lo que conoces, de lo que has vivido, pero no puedes hablar sobre cosas que no sabes.

Puede alguien saber cuanto duele una jaqueca si no las ha padecido nunca? ¿y criticar a alguien que dice que tiene depresión, o ansiedad? ¿decir que se lo inventa, que lo finge?

Las enfermedades, sobretodo las mentales (depresión, ansiedad, estrés...), a simple vista no se ven si no se observa a la persona durante días, se habla con ella... pero a veces esas personas que dicen que nos inventamos todo me gustaría que pasaran por lo que pasamos los que lo sufrimos.
(Dolor de cabeza, insomnio, apatía, ganas de llorar, tristeza, mareos, perdida de la sensación de realidad, desmayos, incluso en casos más severos deseos de acabar con la propia vida.

Si los que hablan sin saber pasaran eso una semana solo de su vida sabrían de lo que estamos hablando y alguna vez se callarían.

Yo jamás hablaría de cosas que no he vivido, y menos aun me burlaría de lo que pasan los demás o les diría que se inventan las cosas, porque con eso solo conseguimos hacerles más daño.


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