martes, 25 de septiembre de 2007

Avelino va de tardes

Avelino, como ya he dicho otras veces es el hombre que me llena la cabeza, el corazón y la vida entera, ese por el que me desvivo.

Y de normal, cuando tiene las tardes libres, acude a mi casa y me lleva a tomar algo, y estamos un rato juntos.
Cuando le cambian el turno, me quedo en casa, pensando en él, pues no me creo capaz ponerle los cuernos con mi sombra.
Es para mi como si un día tuviera 48 horas y las horas no avanzaran.
De vez en cuando voy a verlo al trabajo, con la excusa de comprar algo y lo persigo por toda la tienda.

De vez en cuando en la soledad de me casa se me cae alguna lagrim cuando nadie me ve, ¿será eso amor? no tengo ni idea pero menos mal que son solo unos días y que a veces lo saco de la cama y nos tomamos un café al amanecer.
Sino esto sería más largo que un día sin pan.

Se que muchos no lo entenderán pero es algo a lo que nunca me termino de acostumbrar, aunque a veces suceda.

Es lo que tiene la realidad, que a veces es complicada de aceptar aunque sean pequeñeces.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquí estoy.


mau