viernes, 28 de diciembre de 2007

El punto de información del "Carrefú"

Yo soy un punto de información. Sí señores.
Lo soy porque cada cliente que entra al Carrefour me pregunta por cualquier cosa, y cualquier cosa, es eso, cualquier cosa.
Desde donde está el turrón, a donde hay un Corte Inglés en Zaragoza, a qué autobús hay que coger para ir al centro.
Y anda, explica tú eso desde dentro de una tienda en la que estás vendiendo polvorones.

Admito que soy la primera persona que ven nada más acceder a la tienda, pero tampoco es para eso.

Me piden consejo sobre el champán o sobre los juguetes para sus hijos, y desde luego me piden consejo sobre las clases de polvorones que tengo en mi puesto, y es que yo estoy echa ya una experta en polvorones y mantecados.
Soy diplomada en "polvoronlogía"· por el Carrefour una carrera dura y costosa que te acerca al cliente y te lleva a realizar funciones de guardia urbano y de asesor navideño para todos.

Ser un punto de información está muy bien, porque realizas una gran labor entre la gente, pero conlleva el riesgo de equivocarse o de hacerse un lio en la cabeza. Pero al menos me doy cuenta de que valgo para algo más que pesar unos roscos de vino.

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