sábado, 1 de diciembre de 2007

Al filo de la irrealidad

Así estaba ayer el Centro Augusta, a las 4 de la tarde cuando entraba a trabajar.
Y es que además de ser viernes, día de compras, David Bustamante firmaba discos en la plaza central del centro comercial.
Yo como tenía que ocupar mi puesto de vendedora de polvorones no podía salir a verlo, que pena tenerl0 acerca y no verlo.

A las seis de la tarde las niñas entraban como locas al carrefour a comprar provisiones y algunas sofocadas corrian por los pasillos, no se les fuera a quitar el hueco de primera fila.

Medio carrefour salió a verlo por los pasillos, pero a mí el guardia no me dejó pasar a verlo, pero algunas trabajadoras se hicieron fotos con él y todo.

Pero por no quedarme sin darme el gustazo de verlo, salí disparada de mi puesto y dejé a la panadera al cargo del garito.
Monísimo estaba, con cachirulo y todo.

Casi se me olvida que tenía que trabajar, y de vuelta a a mi isla de polvorones distraje la tarde con el hilo musical.

Al menos fue una tarde de buena venta.
Lo dicho, tan al filo de la irrealidad que no parecía cierto.

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