domingo, 3 de febrero de 2008

Dias de ensayo


Un redoble, una contramarcha, unas manos que se enfrian, una gota de sudor que cae por tu frente. Cientos de personas ensayando. En formación general.

Os colocan poco a poco, mientras van sonando las notas de una marcha.
Ya estás en tu hueco, en fila para esta Semana Santa, y yo de lejos te observaba, emocionada, porque como sabes, estas cosas me hacen llorar.

Con mis pies voy marcando el ritmo, para hacer menos intenso el frio de esta mañana, pues hay 5 grados. Pero nada puede frenar mis ganas por escucharte.

Al fin, cuando te localizo, cruzo ante varias docenas de instrumentos, y me pongo a tu lado para oir como suenas, como salen del timbal número tres, esos sonidos estremecedores.

Avanza la formación. Yo voy avanzando a tu lado como he hecho muchos días de Pasión, con los ojos cerrados pensando en tí.

Llega el momento del desdoblamiento. Casi perfecto.
También es el momento de marcharme, de tu descanso, de retenerte en mi mente hasta el próximo ensayo.

Con un redoble, con un silencio o con una lágrima...

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