Otro trabajo de Navidad

Hoy, después de casi un año, me he atrevido a mandar mi currículum a una oferta de trabajo para vender lotes de Navidad
.
Me ha costado tanto decidir que hacer que he ido a la cama a preguntarle al Avelino que era lo que debía hacer. ¿Seré tonta? Lo lógico era decir que sí, total son solo 20 días
Pero ¿y si sale mal? ¿Y si no se hacerlo?

Entonces la cabeza, que es muy sabia, te recuerda que años atrás desde tu puesto de mantecados ya has vendido alguna cesta y has asesorado a clientes.

Bien, pues no se si quiero se sea que sí o que no, no lo tengo claro. Tengo ganas de hacerlo, pero me frenan otras cosas, como que pueden decirme los superiores, que pensará de mi la gente, y si seré capaz de todo.

Los miedos para estas cosas son fatales, lo digo por experiencia, pero todos los que me han hecho ser miedosa cara al trabajo y han conseguido que me sienta incapaz de todo, hoy están sentados en cómodos sillones, viendo pasar a otras flotando en un colchón de billetes, o tal vez mellando la autoestima de quienes aún la tienen intacta.