martes, 23 de noviembre de 2010

Te recordaremos siempre


No me conoces, ni yo a tí, pero llevo tu sangre por mis venas.
Hace cincuenta años que te fuiste, toda una vida, una vida que da para mucho, para que cambie el mundo y se llene de cosas que tú no has podido conocer.

Me gustaría subir allá donde te encuentras a dejarte unas flores, llevar a tu niña conmigo, a decirte algo, pero no vamos a poder. Y aun así con todo y eso, te recordaremos, te pondremos una vela, unas flores y te hablaremos porque se que nos escuchas.

Sabemos que estás ahí para salvarnos la vida, para mirarnos te sentimos en el ambiente como a los otros que ya también se fueron. Sois nuestros ángeles de la guarda.

El otro día te vi en fotos, que es casi la única manera que tengo de saber como eras, y me recuerdas a mi madre, tu hija, que tiene tus mismos ojos, tu mismo pelo oscuro, es tu imagen viva por eso en ella puedo verte también.

Me hubiera gustado aprender algo de tí, pues los abuelos siempre tienen algo que enseñarnos a los nietos, que me llevaras al parque, que me cuidaras también. Pero la llama de tu vida se apagó demasiado pronto. Te recordamos hoy y siempre. Ascensión.

2 comentarios:

Medranica dijo...

¿Pero que bien escribes tuñetera?. Me he mocionado muchos gracias.

Ajovin dijo...

Todo un detalle maravilloso. Un poema de amor.