Algunas veces me enfado conmigo mismo, porque tengo un día de fiesta y me da la impresión que no se organizarme, ni aprovecharlo. El martes tenía fiesta, así que cuando me levanté, saqué una foto del cielo amaneciendo, puede parecer una tontería, pero ahora me da por fotografiar los atardeceres, o amaneceres. Tras sacar la foto pensé en pasarla al ordenador y colgarla en el twitter, pero como íbamos a acompañar a mi madre al médico que está de baja, al final no pase la foto al pc. Le han dado la baja para una semana más, después la acercamos a la Av.Madrid, que tenía que hacer unas cosas, mientras nosotros fuimos a comprar unas cosas al Lidl.
Tras la compra, fuimos a casa a preparar la comida, me había ofrecido voluntario, cociné un arroz a la cubana, Pili me había buscado la receta en internet, tome nota, y nos fuimos a la cocina a preparar el arroz. Pili preparó la salsa de tomate, mientras yo había puesto a cocer el arroz, a lo que le dije, otro día cuando diga que voy a hacer la comida me cerraré la puerta, y Pili ni corta ni perezosa allí me dejó solo con el arroz, pero como es una gran mujer, me contestaba a las dudas culinarias que me salían. El arroz nos salió bueno.
Recogimos la cocina a medias, y nos fuimos derechitos a echarnos la siesta.
Después de la siesta nos fuimos a mi antiguo barrio, a recoger a mi madre a la peluquería de toda la vida, la esperamos unos 10 minutos, y de vuelta a casa de mi madre, aprovechamos para ir al seguro para preguntar unas cosas sobre la póliza, nos tomamos un café y dejamos a mi madre en su casa. A nosotros aún nos dio tiempo de ir a ver un supermercado que han abierto en el barrio de mi madre, compramos un par de cosas, y ya nos volvimos a casa a cenar, a prepararme la mochila para el día siguiente.
Quizás pueda parecer que no me cunda el día de fiesta, pero leyendo todo lo que hice, la verdad es que fue un día de fiesta productivo. Siempre quedan cosas por hacer, pero eso ya depende de una mejor organización.
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