jueves, 1 de mayo de 2008

Día del trabajador

¿De qué puedo quejarme yo hoy, cuando me quejo todos los días de como va el mundo laboral?
La pregunta evidentemente tiene fácil respuesta.
Me quejo de lo mismo de siempre, porque las cosas siguen igual, sin respetar descansos, sin subir los sueldos, y sobretodo subiendo el paro.

Yo estas cosas no las entiendo, protestamos de que el paro sube, pero los mismos empresarios son los que lo suben, porque hay una manera de bajarlo.
Por si a nadie se le ha ocurrido esto antes, creo que para hacer el trabajo de tres personas en una empresa tiene que haber tres personas en vez de una, así trabajaría más gente, y el trabajador agobiado que antes lo hacía todo encantado de tener ayudantes.

Eso de tener a una persona en vez de a las que corresponda, sucede en muchas empresas en hoteles con una recepcionista en vez de dos, en los super e hipermercados con 4 cajeras que tiene unas filas kilométricas de clientes que contemplan como hay 10 cajas cerradas, en residencias de ancianos con dos auxiliares para 40 "yayos"...

Lo de los sueldos ya es irrisorio porque no se como puede cobrar lo mismo el aprendiz que el veterano, o como un señor que lleva 35 años en la misma empresa cobra una miseria, porque yo gano menos ahora que hace 4 años.
Eso deben ser temas de economía de esos que hace mi hermano.

Para terminar, tenemos la lacra del moobing, enfermedad fehaciente, que deshace al trabajador, a base de decirle que todo lo que hace está mal, que no vale para nada, que está gord@, que no es educado, que es agresivo y yo que me se cuantas cosas, y sobretodo agobiandole y diciéndole que no rinde.
Conozco muchas personas así. sumidas en una depresión o con fobias laborales que cuestan de superar, capaces de destrozar su vida por culpa de un señor inmoral que como he dicho muchas veces no parece una persona.

Por eso este 1 de mayo, Día del Trabajador, hay que dejar claro que somos personas, que las cosas tienen que cambiar, porque con la boca cerrada y consintiendo todo no sé a donde podemos llegar.

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