La vida de un mercadillo

Hoy voy a hablar de los mercadillos de barrio, en concreto del mercado de San Juan de la Peña en Zaragoza. el mercadillo al que íbamos a hacer la compra.

Tenía entrada por la calle que vivíamos y salida por San Juan de la Peña.

Recuerdo 20 años después como estaba estructurado el mercado, y los nombres e historias de cada uno de los trabajadores.

Nada más entrar al mercadillo había un bar-cafetería, enfrente había, una carnicería y una pollería, a continuación había una charcutería que posteriormente se convirtió en un puesto de frutas y verduras.

A continuación de la charcutería había otro puesto de pollos y de seguido se podía ver otro puesto de carnicería, frente a esa carnicería se veían dos puestos, una pescadería y una tienda de conservas vegetales.

Después venía un largo pasillo con puestos a ambos lados, por el lado izquierdo y seguido de la carnicería que hacía chaflán, había una panadería, de la que recuerdo que vendía leche Alba, después de la panadería, había un puesto de frutas y verduras.

Un poco más adelante y en el lado derecho abrió un puesto con pan, y repostería, seguías avanzando y veías los siguientes puestos, unos 4 puestos después de la frutería, había una pescadería, seguido a la pescadería estaba el puesto de carnicería Emilio, enfrente de la cual, había un pasillo que llevaba a los baños.

A continuación estaba el puesto de menuceles Pilarin, seguíamos avanzando y veíamos un puesto de charcutería y jamones, seguidamente estaba carnicería Roy, enfrente de carnicería había otros dos puestos, uno era pollería

el otro puesto es Carnicería Santiago.

Ya llegamos al final.

Durante un tiempo hubo también un puesto de una mercería.

Los dos últimos puestos del mercadillo, eran una panadería y la salida había un kiosco.

Actualmente, solo permanecen abiertos la carnicería y la pollería de Fernando y laura, el puesto de frutas y verduras Javier, que abrió hace unos años, charcutería Jorge, carnicería Santiago, y no recuerdo si la cafetería que había a la entrada junto a la carnicería de Fernando sigue abierta.

Hoy en día, apenas tiene vida ese mercadillo, pero que hace 25 años estuvo lleno de vida, de historias, de cotilleos, amores, infidelidades, enfermedades, pero ante todo de una clientela fiel.

Además de este mercadillo Zaragoza cuenta con otros espacios parecidos al que relatamos, cmo el Mercadillo de Las Fuentes, el del Arrabal, o el Mercado Central que es el más activo de la ciudad.

Son espacios que quizás hayan perdido clientela por la llegada de los centros comerciales, pero que tienen su encanto por la cercanía entre quienes regentan los puestos y los clientes.