lunes, 3 de mayo de 2010

Esconderse en uno mismo


Hoy estoy como el tiempo, con un sol espléndido lleno de nubes a punto de explotar en tormenta.

Hoy me gustaría ser tortuga en vez de humana.
Me gustaría esconderme en mi caparazón y que nadie me viera.
Salir de él cuando tuviera ganas (que hoy va a ser que no).
Sólo quiero llorar, y no encuentro el momento, ¿sabes lo que es llorar por dentro?, pues eso me pasa a mí hoy.

Cuando una está sola, se esconde en casa, y hace lo que quiere, aunque tengo que admitir, que a veces un poco de compañía no está de más, ya sea esta de un adulto, de un niño o de un loro.

La tortuga que vive conmigo, hace uso de su caparazón cuando está conmigo y se esconde para que no le vea llorar a veces, porque también llora aunque sea un macho.
Pero cuando no está él o cuando no hay nadie alrededor, mi vida deja de tener un sentido.

Me voy a encerrar en mi caparazón a pensar, a relajarme, y a ver llover, cuando al clima le de la gana.
Me pregunto qué harán las tortugas cuando se aburran.

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